El director chileno Santiago Riquelme, está preparando un cortometraje animado basado en la historia del «Golem», situándolo en una Buenos Aires post-apoclaíptica. Para crear este corto, Riquelme se basó en el cuento de Jorge Luis Borges «Las ruinas circulares».
Cuando me enteré de este proyecto, fue inevitable pensar en el «Golem» (1987) del animador checo Jiri Barta. Sin embargo, Barta no pudo finalizar este largometraje por falta de financiación. Circula una maravillosa versión de 7 minutos, que se puede ver aquí:
Lo interesante de todo esto radica en que el animador checo quiere despertar de nuevo a su Golem, relato de Gustav Meyrink, que sucede en el gueto de Praga en el Siglo XIX. Sin embargo, los productores aún no aparecen y los que hay, no están del todo convencidos de apoyar el film. En esta interesante entrevista podemos encontrar una información valiosa de un animador con la trayectoria de Barta.
Podemos contrastarla con la de los jóvenes animadores chilenos, que felizmente encontraron productores para su proyecto. Estas dos propuestas separadas por la distancia espacial y temporal nos hace preguntar sobre lo complejo que resulta encontrar apoyo para las propuestas independientes, sobre todo, éstas que se caracterizan por la exigencia técnica, la inversión de tiempo y equipo humano para su realización.
Es posible que en ese oscuro lugar donde deben reposar las películas mientras alguien decide verlas, estos dos Golems se encuentren y puedan salir a la luz pública para sorprendernos de la múltiples posibilidades que ofrece la animación y especialmente cuando existen coincidencias come ésta.