Etiuda&Anima. Crónica de un festival

Me voy a lanzar a calentar este blog con un tema que para algunos resulta controvertido y es el de los festivales. ¿Sirven o no los festivales para dar una idea real de lo que ocurre en el medio de la animación actual? Para iniciar, voy a comentar mi reciente experiencia como jurado en el festival Etiuda&Anima http://etiudaandanima.com/en/, que tuvo lugar en noviembre del año pasado en la hermosa ciudad de Cracovia.

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Además de haber sido invitada para mostrar los dos nuevos capítulos de la serie documental Perpetuum Mobile, que realicé con mi colega Mauricio Durán, me pidieron que hiciera parte del jurado y preparará una muestra de animación colombiana contemporánea y otra de trabajos de estudiantes de la universidad Javeriana, donde trabajo hace ya varios años como profesora, lo que acepté muy contenta, pues sería una gran oportunidad para continuará promoviendo la animación.

Participar en festivales es una de las metas que uno se traza cuando termina una animación, así que cuando los cortos empiezan a ser seleccionados, uno siente una gran satisfacción, es gratificante, pues se sabe que es una competencia dura en la que participan artistas de todo el mundo. También resulta interesante ver cómo, luego de las proyecciones, los cortos van adquiriendo su propia vida, y al estar al lado de otros logran una especie de pátina o sello que los hace crecer. Pero esta vez, era distinto, yo no iba a estar en la competencia, esta vez iba a estar del otro lado, decidiendo, cuál sería el ganador.

Debo confesar que no soy muy amiga de las competencias, porque creo que luego de una selección rigurosa como la que se hace en la mayoría de festivales, podría decir que todos los trabajos tienen algo sobresaliente, ya el hecho de haber llegado hasta allí, es decir haber sido terminados, es de gran valor. Sin embargo, ¿cómo no aceptar esta invitación y enfrentarme con otras personas desconocidas para mí, a decidir la película ganadora? Por supuesto resultó ser una experiencia increíble y a la vez muy difícil. Por un lado ver la cantidad de propuestas de gran nivel técnico, la versatilidad de tratamientos estéticos, las maneras de contar algo, y por otro, ver (y creo que es uno de los aspectos que me parecen vitales) cómo se plantean y desarrollan las ideas. Seguir el trazado de las imágenes para que vayan más allá de la resolución técnica y formal y que confronte y haga estremecer a quien está siendo espectador.

Claro, esto entra en el campo de la subjetividad, es más fácil hacer un consenso sobre el uso de una técnica o una cuando una estructura está armada de tal manera que no existan dudas de las intenciones narrativas. Por eso mismo resultó tan interesante haber estado con un grupo tan heterogéneo de personas decidiendo hasta llegar a un acuerdo, no necesariamente feliz, pero a un acuerdo sólido. Otro aspecto difícil es el hecho de que animadores con gran trayectoria y otros que apenas inician, estén en el mismo saco, porque ¿cómo juzgar desde la misma óptica un trabajo de alguien que ya ha logrado desarrollar sus ideas y su sensibilidad en el medio con otro que apenas se está iniciando?. Pese a esto, lo interesante justamente es que nunca hay nada ganado. Tanto el animador experto como el que inicia se está planteando siempre algo nuevo, a pesar de la experiencia, cada obra es diferente, trae sus problemas y hay que encontrar maneras de resolverlos. No hay fórmulas, afortunadamente. Tal vez, el animador experimentado va a encontrar con más facilidad maneras de financiar sus próximas películas, pues tiene el respaldo de su trabajo anterior.

Luego de ver cada sesión, nos reuníamos a la hora del desayuno a discutir sobre los cortos que cada uno había encontrado interesantes y sus razones, en ocasiones había coincidencias, en otras no, lo que hacía más intenso el debate. Logramos tener un grupo de películas sobre el que discutiríamos cuál sería el ganador. Cuando llegó la hora de decidir, no lográbamos un acuerdo definitivo. Pedimos que nos dieran hasta el día siguiente y no fue posible, por lo que tuvimos que relajarnos y volver a examinar las diferencias hasta que finalmente logramos un acuerdo satisfactorio. Le dimos el premio a  Georges Schwizgebel, por su maravilloso corto “Erlkoenig”. Por otro lado, el festival da la oportunidad a cada miembro del jurado de dar una mención, lo que tampoco resultaba fácil, pero daba alegría poder seleccionar al menos una del grupo de favoritas que cada uno tenía. Mi mención fue para la película portuguesa “Soot” de David Doutel & Vasco Sá.

Respecto al festival, este año en Etudia&Anima, la Asifa, entregó un importante premio al reconocido artista William Kentridge, quien estuvo hace un año en Bogotá, presentando parte de su obra, siendo una de las exposiciones más interesantes que ha habido en los últimos años. El premio consistió en un fotograma de una de la última película del también reconocido y querido animador polaco Jerzy Kucia, a quien pudimos tener como invitado en la universidad Javeriana, en Bogotá. Kentridge, presentó una retrospectiva de sus animaciones que iba comentando a medida que eran proyectadas; fue un gran regalo para la audiencia que estaba allí, muy emocionados todos, pero especialmente él porque estaba visitando la tierra de sus abuelos judíos, y a esa emoción, se sumaba el hecho de estar en la tierra de Tadeusz Kantor, una de sus más grandes inspiraciones.

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Otro programa al que pude asistir fue el de “Self-portraits of animation authors”. Aquí invitan animadores para que cuenten un poco sobre sus procesos y proyecten sus cortos, esta vez los invitados eran Signe Bauman http://www.signebaumane.com/, quien hizo todo un recuento de su vida como filósofa-animadora y sobre lo que significó su largometraje “Rocks in my pockets” y Kaspar Jancis http://www.joonisfilm.ee/film-makers/337-2?lang=en, animador estoniano, de la escuela de Priit Pärn, que conversó sobre su gran e interesante recorrido en el mundo de la animación y de la música.

Me preguntaba ¿dónde están las películas latinoamericanas?. La verdad es que a excepción de “Historia de un oso”:

que a propósito está nominada para los premios Oscar, no había otra en el concurso, además no tuve la precaución de averiguar si habían recibido otras películas de América Latina. Y aquí aparece un tema que podría ser parte de otra discusión, qué tanto participan los latinoamericanos en los festivales internacionales y qué tantos son aceptados.

Creo que aunque hay muchas películas excelentes que se quedan por fuera de la competencia, e incluso algunas dentro de la misma competencia que no se aprecian de la mejor manera ya sea porque el programa en el que quedó o la proyección, o el sonido no estuvo del todo afortunado, vale la pena que existan los festivales. En realidad, es medio de las conversaciones, de los encuentros, de las largas sesiones de ver películas, que uno va sintiendo cuánto aprende y se enriquece, pues hay una confrontación con el quehacer, y también se maravilla de lo que otros hacen y del ambiente que se crea, finalmente, es una fiesta. Pero sobretodo, lo que más vale la pena, es poder estar allí, hacer lo imposible, el esfurzo que sea necesario por asistir y en ese encuentro se crece como artista y como persona.

Existen otras ventanas, otras maneras de dar a conocer los cortos, además de los festivales, un ejemplo es ésta, la red, una de las más potentes, ya que mucha gente puede acceder a las películas y crear interesantes discusiones como las que esperamos, sucedan a través de este blog, porque si hace falta algo en estos momentos son espacios de reflexión sobre lo que genera y puede llegar a generar la animación y que esto ocurra desde varios frentes: los festivales, la academia y por supuesto, en la red.

Estas fueron las películas ganadoras:

Primer premio. «Erlkoenig» de Georges Schwizgebel. Suiza

https://www.art-tv.ch/11795-0-Erlkoenig-Georges-Schwizgebel-Das-Interview.html

Segundo premio. «A Blue Room» de Tomasz Siwiński. Polonia

http://www.tomaszsiwinski.com/films/a-blue-room

Tercer premio. «Bokus Mang» de Sasha Svirsky. Russia

Mejor animación estudiantil: “The fish is what I desiere”:  http://xiang-yao.com/Fish-is-What-I-Desire Xiang-Yao. China U.K

Menciones:

“Soot” de David Doutel & Vasco Sá. Portugal

“4 min 15 in the developer” Moia Jobin-Paré. Canadá.

“The deal” de Ewa Smyk. No se encuentra el trailer de la película. Acá se puede ver parte del proceso: http://ewasmyk.com/The-Deal y otros de sus trabajos en: https://vimeo.com/user22223809/videos

“Sonambulo” de Theodor Ushev.

http://bonobostudio.hr/en/film/distribution/sonambulo

Bogotá, 14 de febrero de 2016

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Laura V. Delgado
febrero 25, 2016 6:24 am

Es buena pregunta, el lugar que ocupan las animaciones latinoamericanas en los festivales, y claramente podemos decir que en cuestión de porcentaje sigue siendo mínima. No podría decir qué tanta se deja por fuera de la que se presenta, pero pienso que somos conscientes que, primero: la producción con los medios digitales ha venido creciendo, y con la practica y la formación se va construyendo una tradición, una animación latinoamericana con sus propias características, pero esto tarda, nuestra imaginación en general sigue estando muy colonizada, pero poco a poco vamos pensándonos y construyéndonos y la calidad de nuestras animaciones también… Read more »